99 Aniversario Edgar Morin
¡Felicidades querido Edgar!
Tengo en mis manos el tomo 1 de El método, una de las obras emblemáticas de Edgar Morin.
Para algunos lectores potenciales es una obra difícil, dedicada a un asunto teórico de interés para la academia, o para una parte de ella, y lo sostienen un tiempo en sus manos, cavilan y puede que lo devuelvan al anaquel de la librería. Esto puede ocurrir también con los estudiantes en una biblioteca, que al pasar la vista por algunas páginas, renuncien a la lectura profunda por considerar la obra técnica, difícil, profunda y preferir entonces la comodidad de cualquier intérprete que hubiera escrito un comentario.
Suele pasar con las obras grandes: asustan por su inmensidad y el reto que significa para cada lector y estudiante penetrar en las profundidades de un pensamiento sistematizador y retador por su alcance y la sabiduría de su autor.
Pero Morin como autor es más que un estudioso profundo y agudo. Su escritura científica se caracteriza por la pasión propia de la novela y el relato, por la intensidad de un discurso que no oculta la individualidad de su autor y el acercamiento personal, íntimo y humano que hace a cada asunto. Quienes no han realizado la lectura, se pierden el disfrute de esa intensidad retadora, y el placer de la metáfora intensa, evocadora y empática que lo caracteriza.